miércoles, 2 de diciembre de 2015



El acoso escolar 
(también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar, matoneo escolar, maltrato escolar o en inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales, con el nombre específico de ciberacoso. Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.

características de las victimas del bullying

Buenas personas

Las personas que sufren bullying se caracterizan porque raramente hacen daño a los demás, miran para los demás, están en contra de la violencia y les gusta estar tranquilos. Desde luego no son las típicas personas a las que les gustaría verte sufrir hasta morir.

No se defienden

Ya sea por miedo o simplemente porque aún no tienen la suficiente madurez como para comprender que hay que defenderse. En su cabeza se montan auténticas paranoias agobiándose con tan solo la idea de que tienen que defenderse de sus abusones. Visualizar a un abusón puede ser muy fóbico para ellos y ser un auténtico suplicio.

Tendencias frikis

Ya sea ser un loco de los pokemos, los tazos, ser un heavy metal o tener un estilo raro, todo esto es potencial para sufrir bullying. El típico chico rellenito que anda raro y habla de una forma muy peculiar es un potencial para bullying. Empezarán a meterse con él y si no tiene una personalidad fuerte acabará sufriendo.

Solitarios

Les gusta el contacto humano pero prefieren estar solos, suelen ser muy cinestésico (viven muy fuertemente las emociones), les gusta pensar y vivir en su mundo. Les encanta pensar y tienen mucha cura en tener un espacio personal en el qué puedan desarrollar sus fantasías.

Son tímidos

Desde luego esta característica es más que evidente. Si fueran híper-sociables no sufrirían bullying. Al ser tímidos están reprimidos y les cuesta contar sus problemas, coger confianza con la gente… Desde luego los niños crueles lo aprovechan para maltrataros y reírse de ellos.

Se juntan entre ellos

A veces las ovejas negras de la clase, las que todo el mundo se ríe y les pega o que los tratan como basura se juntan y se hacen muy buenos amigos. Comparten una marginación y un entendimiento muy común que les hace estrechar lazos afectivos fuertes. Pueden ser amistades de por vida o simplemente algo pasajero que se soportan y van juntos porque no tienen a nadie más.

De mayor tienen poca tolerancia a insultos y abusos

Está claro que de pequeñitos tenemos mucho miedo y el simple hecho de tener que pensar en que vamos a pegarnos nos puede provocar una tremenda depresión. Pero cuando crecemos hemos aprendido mucho sobre la vida y sobretodo hemos aprendido a desconfiar y odiar. Nuestra infancia nos causó un terrible daño, un daño que hace que cuando nos vengan esos recuerdos reaccionemos con mucha fuerza, poder y que no dejemos que se nos rían de nosotros.

Las personas que han sufrido bullying cuando son más mayores tienen una tolerancia mínima, son capaces de insultar o agredir a alguien si este se ríe de ellos, y lo hacen porque quieren vengarse de todos aquellos que cuando eran pequeños le hicieron daño porque no se defendía. Ahora, de mayor si que se defiende y lo hace muy bien, raramente alguien se reirá de ellos sin tener consecuencias por ello.